¿Qué tipo de actividad física es la más adecuada para proteger nuestros huesos? No está claro el tipo de actividad que es más eficaz.

Pero, podemos decir, que la actividad física disminuye notablemente en las personas mayores lo que aumenta su fragilidad y la comorbilidad.

Menos del 30% de las personas entre 65 y 74 años de edad y menos del 15% de  75 años practican alguna AF de intensidad moderada de más de 10 min de duración.

Algunos factores psicológicos, sociales y económicos contribuyen a esta disminución de la actividad física.

Siendo la fractura de cadera, una de las causas más importantes de morbilidad y mortalidad en las personas mayores.

Una lesión frecuente que supone una pérdida de independencia y una enorme carga tanto económica como a nivel de secuelas sociológicas.

Y aunque, en personas de edad avanzada pueda conllevar a un mayor riesgo de fracturas, parece que este riesgo se ve compensado por otros beneficios.

La actividad física puede estimular la formación de hueso y por lo tanto mejorar la densidad mineral ósea (DMO) que está fuertemente relacionada con el riesgo de fractura de cadera.

Por lo tanto, es importante mantener una actividad física para ayudar a mantener la densidad ósea y evitar la osteoporosis que afecta a muchas mujeres.

Esta enfermedad esquelética puede tratarse con tratamientos osteopáticos como alternativa que ayudan a mantener la masa ósea.

Densidad de los huesos

La Universidad de Bristol en colaboración con varias asociaciones ha llevado a cabo un estudio Longitudinal de Padres e Hijos (ALSPAC).

Este estudio examina las relaciones entre los niveles de impactos verticales asociados con la AF y la densidad mineral del fémur.

Curiosamente, los impactos verticales más intensos (> 4g), aunque poco frecuentes, representaron la relación entre los niveles habituales de AF y densidad ósea del fémur en los adolescentes.

En un estudio piloto posterior, donde se utilizó el mismo método para registrar los niveles de AF en las personas mayores, no se observaron impactos mayores a 4g.

Por lo tanto, en la medida en que los impactos verticales exceden de un cierto umbral como medida protectora para el hueso, es considerablemente menor en las personas de edad avanzada que en adolescentes

Actualmente hay previstos más estudios encaminados a identificar ese umbral en las personas mayores y que puedan proporcionar una mayor protección ósea.

Fuente: Biolaster.

Mantener una vida saludable ayuda a nuestros huesos

Existe una serie de situaciones que favorecen la osteoporosis, los bloqueos, malas alineaciones o dolores crónicos y síntomas estructurales.

Ante, una enfermedad tan común, no es de extrañar que queramos aprender a tratar los problemas biomecánicos  a través del curso osteopatia Bilbao, un tipo de medicina alternativa y pseudomedicina que mediante el masaje y otras manipulaciones del tejido muscular y los huesos ayudan a mejorar la calidad de vida.

¿Por qué estudiar este curso de osteopatía en Bilbao? Los alumnos del curso osteopatía Bilbao, saben muy bien que esta enfermedad de los huesos no se cura, pero, si puede mejorar las rigideces, disfunciones etc.

El alumno aprenderá a definir que tipo de tratamiento y ejercicios debe realizar de acuerdo al grado de osteoporosis,  efectos y dolencias de cada paciente.

Además la técnica osteopática mejora otras dolencias como dolores de espalda, corrección de postura, otras lesiones…