La Reflexología es una técnica de estimulación manual de zonas y puntos reflejos distribuidos en distintas áreas del pie y tobillo. Cuando estos se tratan, producen un estímulo en zonas del sistema nervioso que de forma refleja responden provocando un autobalance (homeostasis) en la función de órganos, viseras y distintos tejidos, por lo tanto, induce de forma refleja al reequilibrio funcional de los mismos. 

La sesión se inicia con maniobras de relajación del pie, que resultan muy placenteras. A continuación se realiza la estimulación de las distintas zonas y puntos reflejos mediante presiones deslizantes y  fijas. Esto se realiza de forma ordenada: primero sobre todo el aparato digestivo, luego el respiratorio, el corazón y circulatorio, el sistema hormonal, el sistema nervioso,  todas las articulaciones, en particular sobre la columna vertebral,  y el sistema urinario para terminar.

1. Reequilibra las funciones generales del cuerpo como el metabolismo, la función hormonal y el sistema nervioso.
2. Estimula las funciones digestivas, secretorias y digestivas; mejorando la función general de los distintos órganos y visceras.
3. Mejora la función bronquial, ayudando a controlar la tos (alérgica, nerviosa) y la respiración en general.
4. Estimula las funciones circulatorias y de esta manera ayuda a corregir problemas venosos y linfáticos.
5. Produce una gran y profunda relajación, tanto a nivel nervioso como muscular, que resulta duradera en el tiempo.
6. Mejora notablemente el nivel de energía y disminuye la sensación de fatiga y cansancio de forma natural.
7. Estimula y reequilibra las funciones genitourinarias. Mejora la función renal.
8. Reduce notablemente los síntomas molestos del climaterio (menopausia).
9. Tiene muy buenos efectos en la preparación y estimulación al parto. Resulta una inducción natural muy utilizada en diversos hospitales.
10. Tiene una aplicación muy eficaz en el tratamiento del cólico del lactante.