¿Por qué estudiar quiromasaje?

Porque a las personas les gusta recibir masajes, incluso la misma palabra ”masaje” evoca bienestar y relajación en el oyente.

Son una excelente manera de eliminar el estrés o simplemente de descontracturar el cuerpo.
Así que, esta quizás sea la razón por la que se elige el curso de quiromasaje Bilbao. O puede, que sea porque hoy día tiene más salidas laborales que otros sectores.

Sea como fuere, lo que lleva a uno a elegir formarse en un curso u otro, no se puede negar que un masaje le sienta bien a todo el mundo.

“Pero, además aprender a dar a los demás bienestar es gratificante”

Con el curso de quiromasaje Bilbao aprenderás la técnica del masaje mediante un grupo de movimientos que pueden incluir amasamiento, fricciones, bombeo, estiramientos musculares…

La intensidad con la que se aplican viene determinada y adaptada a cada condición. Por ejemplo, los movimientos más intensos se suelen utilizar en los masajes deportivos para tratar las contracturas musculares.

A medida que vayas acercándote al final del verano, empezarás a hacerte la pregunta del millón. ¿Estoy preparad@ para este reto?

Estoy convencida de que, si quieres estudiar un curso de quiromasaje Bilbao, te convertirás en el mejor de los masajistas. ¡No te quedes sin plaza! ¡Matricúlate!

Historia del quiromasaje contada por su creador

Y para que conozcas un poquito sobre los comienzos de la técnica manual del quiromasaje, ahí te dejo un poquito de la historia, extraída y contada por el mismo Dr. Vicente Lino Ferrándiz García.

El término “quiromasaje” fue usado por primera vez en España por el Dr. Vicente Lino Ferrándiz García, que cursó estudios de naturopatía en Estados Unidos y en Suiza. Tras su regreso a España (año 1920) con las técnicas aprendidas, comenzó la práctica del masaje manual sin ayuda de ningún aparato mecánico dándole el nombre de “quiro-masaje” compuesto por un prefijo de origen griego (quiro, “mano”).

Extraemos un párrafo de la Historia del quiromasaje contada por el mismo

La experiencia en el Masaje no la conseguí con un breve estudio teórico ni con una superficial práctica de los movimientos, sino que solamente pude obtenerla con encarnizado empeño y perseverante labor, hasta hallar la perfección de la técnica.
Durante mi estancia en el Instituto de Gland (Vaud) conocí al doctor P. A. de Forest muy diestro en el masaje y discípulo del doctor Kellog, figura internacional cuya habilidad en el masaje era notoria, pues lo aprendió de maestros japoneses y lo perfeccionó.

Entonces, comenzó mi aprendizaje de masaje científico (1913) Era tal mi fe en el Masaje que fui depurando cada manipulación hasta renacer mi actual técnica del masaje empleando especialmente las manos, siguiendo la topografía de las regiones que se deben tratar.

Además; teniendo en cuenta el valor que los científicos mundiales dan hoy al magnetismo personal, la técnica se emplea en forma de vibraciones manuales magnéticas que, por reflejo, se adentran en los órganos que antes se consideraban como inasequibles a los tratamientos por el masaje, tales como el corazón, cerebro, hígado, riñones, etc.

Este delicado y a la vez profundo estudio del quiromasaje me ha costado años de tenaz esfuerzo durante los que tampoco han faltado los juicios temerarios y las opiniones contrarias manifestadas con excesiva violencia, en contra de mi sistema.